Cómo duelen las cosas del amor cuando uno realmente se entrega.
Cuando ama sin caer en precio, medida o consecuencia.
El amor prematuro, a los 16 años me marcó para toda la vida.
Creo que es cierto. Pienso que todo lo que sentí por Él no estaba todavia preparado para mi corta edad, escaza de experiencia.
Tengo el corazón lleno de sentimientos todavia, lo siento. Pero tiene una cuerda con espinas a su alrededor. Esa cuerda que se formo casi sin darme cuenta, es la consecuencia de un primer amor lleno de
penas y
desilusiones.
Porque simplemente
caí. Caí desnuda ante su atracción, tan irresistible para mí. Y
viví. Creo que viví por primera vez; de una ilusión, de un sentimiento que me transformo
en cuerpo y
alma; que a la vez cambió mis prioridades: Primero estuvo Él y después mis sentimientos, y después Yo. Me llené de luz, de esperanza, de sonrisas implacables y de un hormigueo en el corazón .. Cada vez que me miraba a los ojos .. era
volar. Compartí cosas que jamás compartí ni compartiré otra vez con nadie.
Fue el único para mi. Era la persona que no había soñado, y eso
me enamoró por completo. Me sentía orgullosa de todos mis sacrificios previos; pues mis aciertos y mis errores pasados me habían llevado hasta
Él. Soñaba con darle mi vida si la necesitase; Él y solamente Él podía tomar lo que quisiera de mi,
sin prestarme devoluciones.
Así comencé a escribir mi historia. Mi primer amor; la primera y única ilusión que hasta hoy valoro aún mas que en ese entonces.
A veces me dejo llevar por mi cabeza, que guarda imagénes, fotografias que retratan mis momentos de felicidad; sin darme cuenta que a la vez retengo algo que ya
dejó de ser hace mucho tiempo.
Fue una tarde, en que caí de mi desdichada suerte:
Era yo la que se habia enamorado.
Él no.
Ése NO. Ése NO nunca se dijo. Pero fue demostrado casi sin palabras.
De repente todo lo que viví se estaba cayendo en pedazos, como una carta de amor que se rompió sin ser escrita todavia. Entonces me dí cuenta de lo triste que era mi realidad .. Que los momentos que yo anhelaba pertenecían a
mi sueño, y no
al suyo.
Cómo me costó aceptar que ya no me pertenecía. Que
seguía en mi sueño, pero
no en mi vida. Me tuve que bancar su rápida superación de lo que para mí habia sido el
amor más puro que entregué. Y creo que fue
el dolor mas grande que padecí desde que tengo mi nombre. Mientras Él disfrutaba del
después, yo me apenaba con la felicidad del
antes. Y eso es algo que simplemente no se puede explicar. Sólo la persona que lo vivió puede entenderme y recordar ese horrible sentimiento en el estómago de
confusión, arrepentimiento, odio y amor; todo eso a la vez. Si apenas cuesta sentir cada uno por separado, se imaginan sentirlos todos juntos al mismo tiempo?
Fueron meses, que para mí
no existían. Estaba decidido mi corazón a
no dejarlo ir, aunque Él ya me habia dejado. Mi cabeza le advertía, casi como una amiga buena consejera, de no retenerlo más; de deshacerme de su hermoso recuerdo de mis tiempos dorados y reemplazarlo por la persona en la que se había convertido ahora. En un "
amigo" decía Él ; queriendo evitar de una manera idiota casi, que vuelvan a confundirse las cosas, que
vuelva a confundirme yo. Ya que para mi desdicha, tendría que contar con
su presencia todos los días. Pero el no tenía dudas ya, estaba seguro de que no volvería por mí.
Así me dejó, con un
amor incompleto. Con la frustrante experiencia de
un primer amor incompleto. El
peor sentimiento de mi vida y
el mejor, los dos al mismo tiempo; hechos recuerdos.
El tiempo pasó. Y sin darme cuenta me fuí llenando de seguridad. Seguridad que no sabía de dónde desbordaba. Tal vez fue la primera cosa que sentí después de vestirme de desamor. Pienso que luego de una relación tan verdadera, en la que uno entrega hasta lo que nunca tuvo, se acentúa la confianza en uno mismo como individuo; y eso te dá seguridad.
Lo que pensé que en ese entonces era bueno, hoy es una maldición para mi.
Hoy tengo tanta seguridad ganada en mí, que mi corazón no es capaz de deshacerse de ella para llenarme de las dudas y los riesgos tan propios del amor.
Y cada vez que menciono esa palabra, para mi suerte, aparece su imagen. Es así, uno relaciona las palabras que decriben sentimientos a lo más reciente que te hizo sentirlo. Y lo más reciente para mi? Si, aunque suene a historia repetida es Él .
Hoy ya no siento tan puro el amor. Ahora me parece un objeto lleno de clichés, tradiciones absurdas y un poco de falsedad también. Lo cierto, es que me convertí en la enemiga de mi misma. Me conozco lo suficiente como para saber que la persona que soy hoy, refleja toda mi contrariedad. Y eso duele a veces.
Porque es injusto. Por qué YO tuve que cambiar? Nunca lo pedí. Que Él hubiera cambiado sería lo más justo para mi. Y en parte se hizo justicia.
Ahí me di cuenta de que la famosa frase: "En la vida se aprende a los golpes", o algo similar, causaba identidad en mí. Un nene que se quema con fuego, de grande ya , lleva consigo las precauciones necesarias para que eso no le vuelva a ocurrir. O por lo menos sabe como defenderse a si mismo.
Así, paradójicamente sucedió con esta Flor. Una parte de mí cree que mataron su esencia, con algo que ella tanto apreciaba hallar.
Lo halló, lo perdió y se destruyó a si misma por la pérdida. Fue tan verdadero todo lo que sintió, que hoy por hoy todo le parece falso. Y aunque quiera, ya no tiene intenciones de someterse a una nueva búsqueda, no sabiendo que poniendo todo el corazón, justamente,
puede perderlo.
Hoy a veces se descubre imaginando momentos que ni ella misma cree que sucederán. Pero los sigue soñando. Lo sigue soñando. Todavía
herida por dentro, y Lo sueña.
Tiene en quien pensar, pero Lo sueña. Lo ve y no lo reconoce, pero Lo sueña.
Qué cosa fue lo que le hizo que no puede simplemente borrarlo de alguna parte de su inconsciente? Fue lo que ella se hizo? Fue lo que
entregó sin pedirlo a cambio?
Tal vez se quedó con los bolsillos vacíos y piensa que ya no puede ofrecer nada.
Le quitaron todo.
Le quitó todo.
Con suerte conseguirá Él seguir con su
orgullo. Con suerte guardará Ella bajo su resentimiento, un
poco del amor que le quedó intacto; para que otra persona con
ganas de amarla, lo coseche y pueda
desencantarla de ese amor pasado que hasta hoy la tiene
atada de una mano.
Mientras ella sueña ese momento,
sin querer se está olvidando. Se está olvidando de Él ..
Si, por qué?
Porque se cansó de volar. Hoy sabe que de tanto volar sola puede perderse allá arriba con sus recuerdos e ilusiones,
sin haberlos compartido realmente. Hoy supo que es mejor bajar y
caminar acompañada, con todo bache y piedra que se le presente, porque en cada bache hay
algo para aprender y en cada piedra, una lección para
crecer en el amor.
Y
amar nuevamente.