jueves, 16 de julio de 2009







A veces no pensamos lo mucho que pesa tener en la vida alguien en quien confiar. No se puede medir, es verdad, pero se puede sentir.
Y yo lo siento dia a dia con mis amigos.
Es algo tan común, y a la vez tan misterioso ¿Cómo se puede querer tanto a una persona aún sabiendo que es tan frágil la linea de la vida que nos une y que nos separa? Yo creo que es un desafío. El destino nos desafía a constantes cambios, entre ellos , las distintas personas con las que nos cruzaremos por este camino. Así hasta saber que no todos somos iguales y que tenemos distintas formas de amar.
Pero la vida fue distinta esta vez, hizo una excepción para nosotros. Por qué digo esto? Porque nos unió en el momento justo, en un tiempo en el que sobresalen los clichés de intereses, los te amo prematuros y las falsedades. Porque somos distintos si, porque nos odiamos de vez en cuando si, porque conocemos los defectos de todos si, porque discutimos hasta rendirnos si. Porque asi nos tomo el tiempo de conocernos y asi lo seguimos haciendo, hasta necesitarnos el uno al otro.
Porque somos distintos pero somos iguales. Porque conocemos los defectos pero valoramos nuestras virtudes. Porque discutimos como a la vez compartimos. Porque hay veces que odiamos, sabiendo que en realidad amamos.
Yo me puedo poner una mano en el corazón y decir que me puedo morir tranquila. Ya conocí lo que significa una amistad. Y qué amistad amigos.


















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